Dinámica del mercado de trabajo del aglomerado gran Rosario en los últimos cinco años.

Resumen
Argentina se caracterizó en los últimos cinco años por momentos de crisis e incertidumbre que impactaron en el mercado laboral en términos de precariedad laboral, informalidad y vulnerabilidad social. Durante el segundo trimestre del año 2016 el Producto Bruto Interno (PBI) tuvo una caída del 4% en relación al mismo período del año 2015, a la vez que se redujo el consumo privado (11%). En el mercado laboral, por cada persona ocupada existían 1,41 personas desocupadas e inactivas. En los años siguientes, la conjunción de las políticas económicas adoptadas y la influencia de diversos factores, generaron marcadas fluctuaciones e inestabilidad en los indicadores económicos que acompañaron los vaivenes de la economía. Sin embargo, el mayor derrumbe de los indicadores económicos del período estudiado se produce en el año 2020. A partir de marzo el gobierno argentino decreta el aislamiento social preventivo y obligatorio para enfrentar la pandemia del Covid19 y se paraliza por varios meses la circulación de bienes y personas afectando de manera drástica la actividad económica. En el segundo trimestre de ese año, el PBI cae casi un 19% en relación al mismo trimestre del año anterior, el consumo privado se contrae cerca de un 22% y el índice de dependencia alcanza 1,99 desocupados e inactivos por cada persona ocupada. Si bien las crisis económicas impactan de manera directa en la dinámica del mercado laboral, es interesante estudiar el comportamiento que muestran los indicadores en los diferentes contextos. En el Total de Aglomerados Urbanos –TAU-, en el contexto de los años 2016/2015, aumenta la tasa de desocupación al 9,3% y en el Aglomerado Gran Rosario –AGR- alcanza el 11,6%. Si bien se mantienen relativamente constantes en los tres años subsiguientes, la situación empeora al analizar los datos del segundo trimestre de 2020 en relación al mismo trimestre del año anterior. La tasa de desocupación se ubica en dicho trimestre en el orden del 13% para el TAU y en aproximadamente el 18% para el AGR. Los jóvenes y las mujeres presentan en todo el período, y más profundamente en los años de crisis, tasas de empleo más bajas y de desocupación más altas. Sin embargo, el dato preocupante de este período pasa por el gran número de personas que entran a formar parte de los inactivos. Si se consideran las categorías ocupacionales, se observa que las mismas también muestran comportamientos diferentes ante las crisis del período analizado. En el primer contexto el cuentapropismo se incrementa, como es de esperar debido a la recesión y al incremento del desempleo. Sin embargo, en el segundo contexto, la participación del cuentapropismo disminuye y aumenta el de los asalariados. Si se analizan algunas características sociodemográficas de los asalariados, se observa también una modificación importante en las mismas a partir del inicio de la pandemia Covid 19. Cada vez se requiere de mayor nivel educativo alcanzado para permanecer en el circuito del empleo. Claramente, estos indicadores permiten identificar en el período comprendido entre los años 2015 y 2020, una inestabilidad en la composición del mercado laboral como consecuencia de las oscilaciones de la actividad económica y visualizar dos contextos de crisis bien definidos. En virtud de esto resulta conveniente estudiar la dinámica que presenta el mercado de trabajo de dichos años y relevar los impactos que generaron las crisis en la población tanto activa como inactiva.

Palabras clave

Pandemia, Recesión, Asalariados, Indicadores, Recession, Employees, Pandemic

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