El presente trabajo se propone examinar la configuración del campo cultural en la ciudad de Rosario, durante los años noventa. Nuestra investigación partió de la pregunta por los acontecimientos del pasado reciente que pudieran funcionar como explicación del actual proceso de crecimiento de la actividad y producción literaria en la ciudad. Nuestra hipótesis nos llevó a revisar la emergencia y articulación de determinados factores: proliferación de editoriales independientes y creación de la Editorial Municipal de Rosario, expansión de las políticas públicas de cultura, multiplicación de formaciones culturales independientes. Estos fenómenos se producen en un contexto de crisis del Estado-nación que había otrora determinado la impronta centralista del sistema cultural argentino. Nuestras indagaciones ponen de manifiesto la existencia de dinámicas no reductibles a la tradicional dicotomía centro-región, invitándonos a repensar las dimensiones de lo local, lo regional, lo nacional, en el escenario actual caracterizado por las interconexiones. La noción de zonas de escritura, como categoría relacional y contextual, nos permitió leer las variables que articularon un campo cultural peculiar desde una localidad abierta atravesada por los flujos. En esta clave de lectura, exploramos la configuración de tres proyectos narrativos que emergen durante el período, correspondientes a tres figuras de autor diferenciadas como las de Beatriz Vignoli, Oscar Taborda y Osvaldo Aguirre.