N° 15, "Crónicas de entreguerras"
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Ítem Acceso Abierto Lucio Fontana en Argentina: relecturas(Escuela de Bellas Artes, 2010-10) Fantoni, GuillermoLa figura de Lucio Fontana (Rosario, 1899 – Varese, 1968) constituye un caso relevante dentro del arte moderno, aún más allá de Argentina e Italia, países en los que residió y desarrolló una obra profusa. Su nombre es reconocido principalmente en función de las series desplegadas en Milán a partir de la segunda posguerra, con la expansión del informalismo y la emergencia del arte conceptual. Estas obras, dominadas por la gestualidad, las búsquedas espaciales y los nuevos materiales, recorrieron el mundo. La sola mención de términos italianos como concetto spaziale, buchi, tagli remiten a la producción del artista nacido en Rosario.Ítem Acceso Abierto Impresiones sociales. Una lectura sobre la tradición del grabado en la Argentina(Escuela de Bellas Artes, 2010-10) Fantoni, GuillermoEn 1963, los artistas agrupados en la Mesa de grabadores aludían a la contemporánea transformación del “contenido popular” del grabado “para entroncarse decididamente en las corrientes estéticas que inquietan a las nuevas generaciones; deja de ser documental para dar cauce a la imagen personal del artista; no deja de ser punzante, irónico y combativo como en otras épocas, sino que simplemente enriquece su forma, usa un lenguaje contemporáneo e incorpora además a su quehacer una nueva militancia: la estética”. 2 En esos mismos tiempos, Alberto Nicasio sostenía que “el grabado contemporáneo se divide en dos grupos antagónicos: los figurativos que siguen la línea tradicional y popular, y los abstractos a quienes solo preocupan los puros valores estéticos”. 3 Estas lecturas eran sostenidas en un momento de clara renovación del grabado, cuando se incorporaban nuevos soportes, procedimientos y materiales4 a la vez que eran exploradas nuevas posibilidades en términos de lenguaje visual como, por ejemplo, la realización de imágenes abstractasÍtem Acceso Abierto Entre los mástiles del puerto y la luz del libro: los linóleos de José Marín Torrejón(Escuela de Bellas Artes, 2010-10) Fantoni, Guillermoosé Marín Torrejón realizó su primera exposición individual en 1939, de manera bastante tardía si consideramos la intensa participación desplegada en exhibiciones colectivas y la madurez alcanzada por su obra. Según se destacaba en artículos periodísticos que anticipaban el evento, era además la primera muestra de carácter individual que se realizaba en un barrio de la ciudad. Hasta ese momento tampoco resultaba usual que se desarrollaran presentaciones colectivas más allá del radio céntrico y su habitual circuito de difusión. Precisamente, fue la Agrupación de Artistas Plásticos Refugio la que asumió esa importante iniciativa: a través de la organización de salones de “extramuros”, llevaba la producción de sus asociados a espacios más distantes, convocando a un nuevo público de vecinos, familias y obreros. Marín Torrejón era miembro del grupo y uno de los promotores más comprometidos con estos emprendimientos. El año anterior había formado parte de la Tercera Exposición de Barrio, realizada en el mismo ámbito que ahora recibía su propia muestra: la Biblioteca Popular e Infantil Mitre. Esta entidad se hallaba ubicada en una zona por entonces periférica, la sección Sexta, donde el artista residía. Motivado por aquella experiencia grupal desplegada en su barrio, pocos meses después presentó el ambicioso proyecto de un Ciclo Artístico Científico y Cultural para dirigir en esa biblioteca. 1 Incluía todo tipo de actividades plásticas y literarias, conferencias sobre temas estéticos, científicos y sociales, concursos, torneos de ajedrez, conciertos y espectáculos desarrollados en las salas o en su entorno. Desde estas actividades se proponía una oferta cultural variada y que al mismo tiempo resultara atractiva para convocar a un público más amplio que el habitual lector. La entidad se abría a su comunidad trascendiendo la tradicional función restringida al préstamo de los libros –que como señalaba el artista, muchas veces reposaban encerrados en sus estantes– y se transformaba, según expresaba en uno de sus escritos, en una “una avanzada de cultura viviente, despierta, dinámica, presente y augural”