Para explicar el proceso proyectual del presente proyecto comenzamos con su implantación, delimitando el área de intervención. Cabe aclarar que cuando hablamos de proyecto urbano no podemos tomar un sector, aislarlo y plantear una propuesta sin considerar el sitio a una escala urbana. Este recorte se realiza para explicar las decisiones proyectuales a nivel urbano. Una vez definidos estos lineamientos planteamos la conformación de la trama teniendo en cuenta diferentes premisas. En primer instancia nos propusimos consolidar la calle Mangrullo como eje vial primario a través de sus dimensiones y complementarla con un sistema vial secundario de menores proporciones donde el peatón tenga prioridad. Esta distribución y disposición de la trama surge por la intención de lograr la mayor cantidad de viviendas frentistas. Al trabajar con estas proporciones de manzana logramos una densidad acorde a un proyecto de estas características sin descuidar la calidad de vida de los habitantes. Creemos que el concepto de densidad se debe tener en cuenta a la hora de proyectar nuevas urbanizaciones debido a las ventajas y potencialidades que esto presenta. Luego, planteamos una red de espacios públicos, interpretados de dos maneras: por un lado, una rambla comercial anexada a la calle Mangrullo dotándola de importancia y jerarquía y, por otro, un paseo peatonal a lo largo del brazo del Arroyo Saladillo y el río Paraná, recuperando así los bordes costeros. El conjunto de viviendas individuales tiene como objetivo, alojar a aquellas familias cuya actividad y sustento económico tenga que ver con la huerta y la pesca.