Experimentar por primer vez en la vida el confinamiento mientras la vida y la muerte pasan delante nuestro, mientras la muerte amenaza habitar en nosotros, nos obliga, en el mejor de los casos y en las mejores circunstancias, a reflexionar sobre la vida, la muerte y el confinamiento mismo.
Además, traducir un confinamiento mientras estamos en confinamiento –o revisitar una reclusión desde nuestra actual reclusión– es una oportunidad para conocer, en este caso, a un autor y una obra, pero es, sobre todo, un momento propicio para conocernos más a nosotros mismos o conocernos de forma distinta.
El tiempo y el silencio nos acompañan como nunca antes y como nunca hubiéramos imaginado.
En el texto que sigue le damos la palabra a los principales sentimientos, sensaciones, emociones, problemas de traducción, en definitiva, a la subjetividad del proceso de traducción de Mauthausen bivacco della morte, de Bruno Vasari, realizado durante el confinamiento de 2020.
Palabras clave
Bruno Vasari, Campos de concentración nazis, Traducción