El proyecto se implanta en un terreno con forma de cruz entre medianeras, que posee cuatro bocas en contacto con la calle.
Esta cualidad permite atravesar la parcela en sentido Norte-Sur y Este-Oeste, un rasgo distintivo que se convirtió en el concepto base del anteproyecto. Este concepto esta orientado a potenciar dichos atravesamientos para incorporar el edificio al recorrido habitual de los peatones, y lograr con esto revitalizar el interior de la manzana. Este edificio esta divido en dos partes: el basamento, con un programa comercial y cultural, y las placas de vivienda. El basamento abarca desde la planta baja hasta una terraza verde situada en el segundo piso del conjunto y su diseño esta direccionado a obligar al usuario
a recorrer el edificio y a generar espacios donde convivan distintas actividades y favorezca el intercambio. Por encima de este basamento se alzan tres placas de viviendas. La decisión de adoptar esta tipología se debe a la morfología del terreno y a las orientaciones, ya que nos permitía mejorar las condiciones de habitabilidad aumentando el asoleamiento y la ventilación. A estas viviendas se accede por núcleos exclusivos que distribuyen los habitantes. Nuestro proyecto propone disolver los limites
entre lo doméstico y lo urbano, a partir de la creación de ámbitos híbridos distribuidos entre los departamentos en los cuales estas condiciones se colonizan mutuamente, como por ejemplo, guardería, sala de música, cancha de basquet, etc.