Es un proyecto que plantea una ruptura no sólo formal, sino también simbólica en la relación de la ciudad con el Paraná. Propone una arquitectura que nace desde el territorio y lo respeta, y a su vez, tiene como objeto percibirse, con la arquitectura como herramienta, como una experiencia para las personas que lo recorren.
Busca reflexionar sobre la vinculación entre la arquitectura y su entorno mediato
e inmediato, siendo ella, el origen fundamental que antecede a la forma, atandola con el territorio y generando un eco que habla del mismo.
El origen al proyecto, es el trazado de una línea continua, que genere en su recorrido un parque vertical, extendiendo el existente en su descenso por la barranca, y generando a su paso situaciones particulares como respuesta al hallazgo de escenarios distintos. La traza de esta línea, se va encontrando con diversas atmósferas propuestas por
el propio edificio.
Entendemos el habitar, no solo como la presencia del sujeto en el espacio, sino también como la suma de sensaciones que dan lugar a la experiencia, que crean una relación entre el y la arquitectura, siendo este componente intangible, un elemento proyectual
fundamental.
Se trata de un edificio que nace como un organismo compuesto por células diferentes que lo conforman en armonía, pero que a su vez se expresan desde sus individualidades, siendo descubiertas solo al recorrer la obra. Cada una de ellas es parte fundamental
de este todo, espacial y estructuralmente.
Palabras clave
Arquitectura Organica, Habitar en Movimiento, Costa central