Las estaciones intermodales son edificios de carácter metropolitano, cuya función es permitir el transbordo eficiente (seguro, cómodo y funcional) entre distintos medios de transporte (automóvil, buses urbanos e interurbanos, trenes de larga distancia y cercanías).
Además de ofrecer un servicio de transporte para los ciudadanos, incluyen ofertas para satisfacer necesidades cotidianas con la incorporación de servicios complementarios tales como áreas comerciales, de estacionamiento y recreativas.
De esta manera, se configuran como rótulos clave dentro de la red de transporte urbano, asegurando una conectividad intermodal. Son nodos de atracción de viajes e intercambios de flujos.
Estas características ejercen una modificación en la morfología del sector donde se encuentran, introduciendo nuevos programas y alterando la estructura predial original en tanto tipología arquitectónica.