La finalidad de este trabajo radica en argumentar que la provisión de espacio público proyectado, con equipamientos, mobiliario y diversidad de usos, es el elemeno que posee mayor poder para mejorar y alentar las interacciones dentro de una comunidad informal, y de incentivar el intercambio entre esa comunidad y la ciudad “formal” que la rodea. Mediante este trabajo buscamos exponer la idea que supone a la “buena ciudad” a aquella que tiene como objetivo primordial la defensa y promoción de los derechos de todos sus ciudadanos por igual; derecho a trasladarse libremente por el territorio, derecho al acceso equitativo a bienes y espacios públicos, y el derecho a una vivienda y hábitat digno.