Estudio para diario íntimo. Sobre el dibujo, la escritura autobiográfica publicada, los dispositivos portatiles y la edición como forma de pensar y construir una producción artística.

Durante muchos años mi experiencia cotidiana estuvo atravesada por la producción artística en relación al dibujo. Ese fue mi modo de enfrentar al mundo todos los días. En cualquier situación, me ponía a dibujar. En años de esa práctica, en cuadernos y cuadernos, empecé a detectar la aparición del texto. Primero como dibujo, como parte del dibujo, como texto al lado del dibujo, como elemento compositivo. Pero luego la palabra fue cobrando cada vez una autonomía mayor. Llegó un punto en el que me detuve y miré todo el material. Lo que hice fue leer todos los cuadernos, revisar en profundidad, seleccionar los textos relevantes para mí, que son significativos más allá del dibujo. Los que considero funcionan para ser leídos de manera independiente. Textos hijos del dibujo que pueden aparecer solos y aún así tener un sentido. Volcados en un nuevo objeto que es un libro que posee una gran conexión con la imagen, a pesar de que no hay dibujos en él. Es un libro que se construye con fragmentos de este archivo personal autobiográfico. Este proceso trata de una transformación. Un camino que comienza desde el dibujo y poco a poco deviene escritura. Los textos nacen de un cosmos donde hay dibujos, tipografías, colores, trazos, líneas, tinta y la materialidad del papel. Recupero estas instancias haciendo una exposición de los cuadernos que forman parte de mi archivo, editando “El dibujo es mi diario íntimo” un libro de textos compilados de esos cuadernos y escribiendo un “diario” —este mismo texto— en el transcurso de este trabajo, que me permite reflexionar sobre mi propia producción. Estas tres partes conforman la tesina que aquí presento.