Surge, en particular, una preocupación destacada en más de un artículo
de este número: la vulnerabilidad de la salud de la población más pobre,
los riesgos de contagio, una cuarentena imposible de cumplir por las condiciones indignas de sus viviendas, una educación a la que no pueden acceder por no tener acceso a internet; una situación de la cual van a salir peores.
Pero, también, aparecen otros temas: regeneración urbana, microdensidades, acceso de cercanía a los servicios. Temas propios de la gestión de las ciudades, en particular para aquellos sectores de la ciudad menos favorecidos donde la crisis de la pandemia se muestra con mayor crudeza: dependencia de un sistema de transporte público congestionado, problemas de lejanía a servicios de salud, imposibilidad de realizar cuarentenas.