La crisis provocada por el coronavirus no es exclusivamente sanitaria, sino que ocasionó
efectos económicos y sociales, impactando negativamente en la facturación y el empleo
de actividades predominantemente urbanas como el comercio y los servicios. Dentro
del sector servicios las actividades más afectadas por la crisis fueron Hoteles y
Restaurantes y Servicios artísticos, culturales, deportivos y de esparcimiento que por
sus características requieren la afluencia de público. Las restricciones al funcionamiento
de estas actividades en el marco de las medidas de Aislamiento Social Preventivo y
Obligatorio (ASPO) en un contexto de recesión y caída del nivel de empleo explican
dicho comportamiento.