La aldea y el suburbio. Catolicismo y arquitectura para la vivienda social en Uruguay

Esta tesis presenta un estudio y una interpretación de las respuestas arquitectónicas dirigidas a resolver las necesidades de vivienda en áreas urbanas y rurales de Uruguay realizadas por agentes que operaron dentro del espacio social católico durante la Guerra Fría. El carácter orgánico de la noción de espacio social permite trascender la esfera local, establecer contrastes y coincidencias con otros espacios y grupos de América. El trabajo de investigación supuso realizar varias demostraciones sucesivas. Se parte de evidenciar la existencia de un pensamiento orgánico y articulado en relación con los problemas de vivienda compartido por los agentes católicos. Luego, se buscó confirmar que ese pensamiento se puso de manifiesto en acciones concretas y que, entre las acciones realizadas, la arquitectura fue un instrumento privilegiado. Y, finalmente, exponer que la arquitectura realizada reviste características propias, lo que implica la apropiación de algunas tradiciones disciplinares específicas. Si bien se prioriza la actividad sostenida por los arquitectos, se incluyen también la de otros operadores que estuvieron comprometidos con dar soluciones a los problemas de vivienda. Esto expone una trama en la cual los profesionales actuaron e incidieron con sus proyectos. La trama evidencia vínculos verificables entre matrices de pensamiento, actividad técnica, trayectoria de las instituciones y propuestas concretas, interactuando con las circunstancias disciplinares de la arquitectura. El tejido que se va desplegando permite capturar una serie de episodios que cristalizan múltiples relaciones. En cada uno de ellos se seleccionaron acontecimientos cuya densidad y disponibilidad de documentación permitieron hacer un abordaje significativo para darle verosimilitud al relato. El período en estudio se inicia en la década del 40 y contiene las acciones que buscaron dar respuesta a los problemas de vivienda en el medio rural. El tramo central de la tesis corresponde a la década del 60, cuando los operadores católicos tuvieron una singular incidencia política, al definir la legislación que ampara la construcción de viviendas populares en Uruguay. El último tramo contiene el estudio de los conjuntos de vivienda construidos por usuarios organizados en áreas suburbanas, el cual queda definido por la fecha de aprobación de las leyes y 1975, el año que marca el endurecimiento de la dictadura civil militar. El trabajo se cierra en ese momento debido a dos motivos. El primero es que a partir de entonces se diluyó el empuje inicial del catolicismo y el segundo, que a partir de ese año se abrió una nítida fisura dentro de la militancia católica. Justamente, se entiende que fue esa fisura lo que ha impedido visualizar la unidad del catolicismo durante los años anteriores, oscureciendo los vínculos entre pensamiento, posiciones y prácticas. La estrategia metodológica, apoyada en la crítica genealógica, permitió dar cuenta del enfrentamiento entre dos ideas contrapuestas: el valor positivo asignado al mundo rural frente a la crítica negativa de la ciudad. Esta oposición marcó una ruptura en la historia de la religión y una evidente división de la sociedad. La idea del campo como el lugar de la virtud se conservó entre los católicos uruguayos. Aunque en ocasiones tomó la forma romántica de una utopía rural, mayormente se ancló en una justificación de carácter productivo. Fueron los más tempranos críticos de la macrocefalia de Montevideo, buscaron modelos alternativos a la ganadería extensiva y desarrollaron estrategias que se enfrentaban al latifundio, reivindicando la necesidad de una reforma social basada en una cautelosa y gradual reforma agraria que buscara civilizar el medio rural. Responsabilizaron a la ciudad por los males del campo y, desde una interpretación cargada de visiones morales, entendieron que necesitaba ser recuperada y saneada. Tomando como referencia las condiciones naturales del campo, buscaron instalar mecanismos de ruralización de las urbes basados en la limitación y la reducción de la concentración, evitando la alta densidad y controlando las alturas. Esto puede explicar el universo de sentido desde el cual se promovió el afincamiento de población en aldeas en el territorio rural y el valor positivo asignado a los suburbios de las ciudades. También permite interpretar cabalmente la extrañeza inicial que se deriva de la construcción de los tres primeros conjuntos de viviendas cooperativas fuera de Montevideo, en ciudades del interior del país. Explica, especialmente, la localización de la primera cooperativa, en un entorno francamente rural, y conecta el inicio del cooperativismo de vivienda con la preocupación por los rancheríos del campo. El argumento que queda establecido permite considerar la continuidad entre la aldea rural y el suburbio urbano, para interpretar bajo esta luz las organizaciones físicas, los trazados viales, el diseño de las áreas libres y los tipos edilicios utilizados. Permite abordar el origen de un régimen de tenencia contrario a la propiedad privada y la noción de trabajo útil que forma parte del ideario de la ayuda mutua. La investigación termina por afirmar la posibilidad de una modernidad católica, puesta de manifiesto a través de acciones concretas en las que los arquitectos y la arquitectura jugaron un rol protagónico