Emoción y violencia: indagación comparativa sobre los efectos del abordaje policial en el discurso emotivo juvenil en dos barrios populares de Buenos Aires y Río de Janeiro
Fecha
2019-10-24
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Editor
Universidad Nacional de Rosario. Facultad de Humanidades y Artes. Escuela de Antropología. Departamento de Antropología Socio-cultural
Resumen
En el mes de abril del año 2018, en la villa 21.24 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un
grupo de efectivos de la Prefectura Naval detuvo a tres jóvenes en un violento episodio en el que
se vio involucrada gran parte de la comunidad que habita la zona de La Loma, un sector del
barrio muy cercano a los márgenes del Riachuelo. El hecho en cuestión
consistió en el abordaje
por parte de dos efectivos de la Prefectura a un joven en uno de los pasillos internos de esta parte
de la villa, con el propósito de identificarlo. El vecino había salido sin el documento de
identidad, lo cual desató una discusión con los prefectos que fue escalando en niveles de
violencia; otro morador, joven como el primero, estaba comprando cigarrillos en un kiosco
cercano y decidió intervenir en el momento en que, según su relato, los dos prefectos golpeaban
con alevosía al primer detenido (aquel que no había podido identificarse). Ante los gritos de los
jóvenes, algunos vecinos y vecinas comenzaron a salir de sus casas para ver qué estaba
ocurriendo. Los prefectos solicitaron refuerzos por radio, por lo que a los pocos minutos ya eran
más de 20 los efectivos presentes; lo mismo ocurrió con los vecinos, en la medida en que
llegaban más efectivos, más personas se sumaban al pasillo, con el objetivo de evitar que
detuvieran a los jóvenes involucrados en la gresca.
Con el correr de los minutos y con la llegada de los refuerzos, la tensión se fue
incrementando; ante la intención de la Prefectura de llevarse como detenidos a los dos jóvenes
(según el relato de los testigos, de una manera sumamente violenta, con golpes y patadas), varios
vecinos se sumaron a un forcejeo cuerpo a cuerpo. La situación derivó en un enfrentamiento
físico entre vecinos y prefectos que terminó con tres jóvenes detenidos; los tres estaban
visiblemente lastimados, uno de ellos había perdido dientes y todos tenían el rostro
ensangrentado, además de muchas dificultades para ponerse de pie.
Uno de los detenidos por la Prefectura era el hermano de Pablo
, un joven vecino del barrio
con quien vengo trabajando desde mi primer acercamiento al campo. Apenas tomé conocimiento
de lo que había pasado, lo contacté para visitarlo con la intención de realizar una entrevista
informal sobre este acontecimiento y también sobre la situación de los jóvenes amigos y vecinos
de L. en relación con el accionar de las fuerzas de seguridad en los últimos meses. A raíz de mi
participación en varias actividades barriales y a partir de distintas conversaciones informales con
vecinos y vecinas, había registrado un incremento en la preocupación general por el accionar de
estas fuerzas, sobre todo en relación con una extensa serie de detenciones arbitrarias que incluían
un comportamiento violento por parte de los efectivos. En palabras de los entrevistados, desde
fines del año 2018 a esta parte la actitud generalizada de los efectivos de Prefectura Naval que
patrullan el barrio se habría vuelto más agresiva: se incrementaron las detenciones al azar por
averiguación de identidad, sobre todo con jóvenes varones, los abordajes se fueron volviendo
cada vez más agresivos (incluyendo golpes, maltratos físicos, insultos, amenazas), algunas
vecinas mencionaron haber sido abordadas en la calle, en presencia de sus familias, sin un
fundamento claro de por qué se las detenía y con un trato muy hostil sobre todo hacia los
hombres del grupo familiar.
A partir de algunos de estos eventos, se fueron dando distintas instancias comunitarias de
encuentro para debatir sobre el accionar de la fuerza y desarrollar alguna estrategia común de
acción por parte de los vecinos y vecinas para la denuncia y visibilización de los abusos, en este
marco de aumento de las prácticas de policiamiento ostensivo de las fuerzas de seguridad que
operan en el territorio.
Pablo aceptó enseguida mi propuesta y me invitó a su casa, que funciona también como un
centro cultural y una unidad básica del Movimiento Evita, agrupación política de la que L. forma
parte. Con el correr del tiempo, la entrevista se volvió una larga charla de más de dos horas,
donde además de Pablo fueron hablando otros jóvenes del barrio que pasaban por la puerta y
eran convidados a sumarse a la conversación. Durante esta entrevista informal colectiva, los
jóvenes fueron relatando las detenciones que habían sufrido en el último tiempo por parte de la
Prefectura, detallando el trato recibido por parte de los efectivos, con especial énfasis en las
prácticas de hostigamiento de las que se sentían víctimas, y a las que calificaban como un trato
“injusto”. Sin habérmelo propuesto a priori, el hecho de que la entrevista se desarrollara en un espacio de confianza para estos jóvenes, en un local al que referencian como un lugar para estar,
para pasar el tiempo, permitió que surgieran en las voces de los entrevistados consideraciones
muy personales sobre el sentimiento de “injusticia” que genera ser blanco del accionar arbitrario
de las fuerzas de seguridad.
En el presente trabajo, me propongo, en primer lugar, analizar una serie de sentimientos
manifestados por los entrevistados de forma recurrente, buscando comprender su dimensión
micropolítica y cómo a partir de ella se dramatizan cuestiones que tienen que ver con la
dimensión macro-social. Siguiendo a Lutz (2012), considero que las emociones pueden ser
abordadas como un discurso con efectos concretos en la vida pública, que sólo puede
comprenderse en el contexto en el cual emergen y a partir de un ejercicio de desencialización que
despoje a la emoción de cualquier naturaleza fija o estable, restringida a un self.
En segundo lugar, me interesa poder vincular esta experiencia de campo con entrevistas más
recientes a un joven de una favela3
de Niterói (Río de Janeiro, Brasil), donde también se relatan
detenciones arbitrarias por parte de las fuerzas de seguridad, pero donde los sentimientos que se
manifiestan son significativamente diferentes a los registrados en la charla con los jóvenes de la
Villa 21.24. Siguiendo a Borgues Barbosa (2017), considero que comparar el objeto etnográfico
con su repertorio simbólico nativo pero también con otras sociedades puede permitirnos echar
luz sobre esa dimensión macrosocial que se manifiesta en los discursos sobre las emociones.
Partiendo de un análisis de carácter contextualista, me propongo comprender cómo las
emociones que aparecen en los discursos de los jóvenes operan como gramáticas de sentido
(Borgues Barbosa, 2017) que permiten ubicarlos en una determinada y compleja red de
relaciones, donde las propias emociones clasifican acciones y orientan los movimientos de
aproximación y distanciamiento entre individuos y grupos.
Tratándose de dos barrios distintos, en dos países diferentes, considero valioso poner en
diálogo estos discursos para intentar comprender la especificidad de los sentimientos en relación
con el ethos y la visión de mundo de los jóvenes entrevistados. En este ejercicio etnográfico me
propongo plantear interrogantes que me permitan continuar indagando la dimensión moral de las
emociones que aparecen en los discursos de las personas con las que trabajo y su relación con el contexto social, en tanto tejidos de sentidos que construyen la cultura emotiva de estos grupos
sociales.
Palabras clave
Emoción y violencia, indagación comparativa sobre los efectos del abordaje policial en el discurso emotivo juvenil, dos barrios populares de Buenos Aires y Río de Janeiro