En relación a los lineamientos enunciados en el proyecto de investigación “Mirada y memoria, la percepción y el registro de los nuevos espacios urbanos” (1ARQ201), este recorte pretende reflexionar acerca de la apropiación del paisaje mediante el registro gráfico, la creación de lugar ante la contemplación y mensura de los elementos que constituyen el entorno urbano con relación a la geografía de sus límites.Los elementos básicos del lenguaje arquitectónico son entendidos como metáforas de las expresiones de la naturaleza y el paisaje. Los cauces de agua, los accidentes geográficos, la presencia absoluta del horizonte pampeano, las de agrupaciones de vegetación, el recorrido del sol, las características de las estaciones del año, son referencias ineludibles a la constitución de espacios urbanos, suburbanos y rurales.Pensando los registros gráficos de los bordes urbanos, donde la naturaleza se filtra en la mirada del observador, las estructuras perceptuales se sintetizan conformando un todo indisoluble. Las relaciones proporcionales entre las partes del paisaje son tan importantes como las de los espacios interiores arquitectónicos y la escala humana es la unidad de medida fundamental para el entendimiento de las representaciones de las profundidades, la lejanía, el horizonte, al adelante, el atrás. La arquitectura contiene los cuerpos en el habitar, y se acomoda en la geografía según sus características. Las propias medidas del cuerpo sirven para medir las partes y asociarlas, a través de esquemas no-perceptuales (cortes, plantas) y constituir finalmente esquemas intermedios (cortes perspectivados).Teniendo en cuenta los modelos de la pintura del paisaje, principalmente expresiones del romanticismo alemán del siglo XVIII, donde el paisaje se crea en el acto del registro y la contemplación, tomamos estos preceptos para la construcción de un lenguaje gráfico universal y una expresión individual en el proceso de aprendizaje.