El acceso al agua potable segura es uno de los desafíos más importantes a los que nos
enfrentamos en la actualidad. El agua desempeña un papel crucial en la salud pública, el
crecimiento económico y la sostenibilidad del medio ambiente. La ocurrencia natural de
altas concentraciones de molibdeno en aguas subterráneas y la potencial generación de
descargas al ambiente por la industria, hacen que resulte esencial encontrar métodos
para removerlo. La biosorción ofrece una alternativa a las técnicas convencionales dado
su bajo costo, sustentabilidad y simplicidad. Específicamente, las algas pardas, utilizadas
como biomasa muerta, son un sorbente atractivo por su falta de valor económico y su
elevado contenido de polímeros con potencial capacidad de retener oxoaniones.
La participación de los grupos carboxilo e hidroxilo del adsorbente en la retención de
molibdeno fue confirmada por análisis FT-IR. Las imágenes MEB mostraron
modificaciones en la forma de la superficie del biosorbente post-adsorción.
Se realizaron estudios en lote y en sistemas continuos. El mecanismo seguiría una
cinética de pseudo-segundo orden, con una unión en dos pasos: atracción electrostática
y unión química. Mediante el ajuste utilizando la ecuación de Langmuir, se observó una
capacidad de adsorción de 1376 ± 2 mg.g-1 a 20 °C y pH= 1.0. Los datos de adsorción en
continuo ajustaron mejor con el modelo Dosis-Respuesta modificado. Aplicando el
modelo BDST se evaluó el comportamiento de la columna. La altura de lecho crítica fue
1.7 cm.