Programa de visibilización del circuito de Teatro Independiente de la Ciudad de Rosario

¿Cuántas veces decimos que a Rosario se la reconoce por sus artistas? El teatro independiente es una de las principales plataformas a través de la cual el semillero de talentos locales hace visible su arte. Este circuito no solo enriquece la oferta cultural de la ciudad, sino que también se erige como un espacio de resistencia y creatividad para artistas locales. En ese sentido, este proyecto de intervención propone visibilizar el trabajo que con enorme esfuerzo llevan adelante los teatros independientes, y crear una herramienta que permita a los gobiernos locales planificar una política pública de fomento, que sea un aporte significativo a estos espacios culturales atendiendo sus necesidades y potencialidades específicas, a través de una articulación público privada que contribuya a que la iniciativa sea más beneficiosa para el sector y logre cumplir sus objetivos. Si nos paramos en la mirada de que las políticas culturales son “el conjunto de intervenciones realizadas por el Estado, las instituciones y los grupos comunitarios organizados”, la propuesta del presente trabajo se puede definir/concebir como una política pública cultural, ya que se pretende la colaboración y actuación conjunta entre la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, la Asociación de Teatros Independientes de Rosario, el Concejo Municipal y la Universidad Nacional de Rosario, todos estos actores intercambiando miradas diversas que seguramente enriquezcan y potencien el proyecto. Una de las características principales de los teatros independientes es la autogestión. Como bien menciona María Julia Logiodice, el Teatro Independiente tiene una particularidad, que permite a los artistas locales una producción caracterizada por la difusión de cuerpo a cuerpo, sin tener acceso a los medios masivos de comunicación. Articular con el Estado, intenta ser una ayuda para que los teatros independientes de la ciudad de Rosario puedan mostrar su trabajo, es una manera de promover y proteger las diversas expresiones culturales y políticas que se hacen a través del arte. Elaborar y sostener políticas públicas que colaboren en la profesionalización de los trabajadores y las buenas prácticas en esta rama del arte, debe ser una decisión política por parte del Estado, no solamente en la consolidación de las salas y la visualización de sus carteleras, sino en reconocer a los trabajadores del arte escénico como lo que son, trabajadores. Consolidar esta industria cultural, es una manera de dejar de pensar que el arte en cualquiera de sus expresiones no es un trabajo formal y es el Estado en todos sus niveles el principal responsable de defender este derecho. Hoy la realidad impone, en primer lugar, afrontar las debilidades propias del sector fruto de los vaivenes de la economía, agregando el recorte de programas de promoción de la actividad a nivel nacional, además del ataque sistemático a cualquier expresión artística por considerarla un gasto y una afrenta a la ideología que intentan imponer desde un escritorio en Buenos Aires, con un profundo sesgo autoritario y un desconocimiento absoluto de lo que se gesta en un espacio cultural. La cartelera del teatro independiente tiene un mensaje, un aprendizaje, una forma disruptiva de hacernos pensar en alguna problemática que nos atraviesa en la actualidad de cara a las sociedades complejas que habitamos, y eso también va en contra de la imposición de un mundo de inmediatez, multipantalla, de descalificaciones organizadas en redes sociales, que dan la sensación de resolución rápida y fácil de conflictos sin reconocer al otro, una cultura de la cancelación en la que no hay lugar para pensar distinto. Ejercer la censura a través de la condena pública en redes o medios masivos es el método más efectivo, y hoy con mucho éxito forman opinión pública desinformando con la única intención de seguir desmantelando los lazos sociales. Es por eso que no sólo se trata de visibilizar una forma de entretenimiento o sostener los circuitos independientes, sino que también se trata de proponer otra manera de formar masa crítica, ser interpelados por el arte como medio vehiculizador de ideas, e intentar no ser lapidados digitalmente mientras hacemos el intento de manifestar nuestro pensamiento. El arte escénico nos muestra otra manera de poder relacionarnos, de expresarnos, y también, ¿por qué no? de confrontar y sacar virtud de la disidencia, de la multiplicidad de voces. Es fundamental crear un mecanismo aceitado que permita a los gobiernos locales, interesados en preservar esa diversidad de pensamiento y una identidad cultural, trabajar conjuntamente con los teatros independientes, articulando el apoyo estatal con el trabajo autogestivo. Por eso, la propuesta es que, de manera organizada, a través de una mesa de trabajo periódica, en donde estén representados todos los actores, se establezcan los lineamientos de acción, a través del intercambio, y que estos contribuyan a la visibilización del circuito de teatro independiente de la ciudad de Rosario. Para concluir este punto, hay que mencionar algunas cuestiones que son importantes a la hora de elegir en qué vamos a invertir los recursos del Estado, algo que nos incline la balanza hacia ésta o aquella política pública. Sin dudas, esta propuesta cuenta con un plus que la hace más atractiva y es la formación de una sociedad más comprometida, más reflexiva, más crítica que forme su propia opinión y pueda mirar temas sensibles desde otra óptica. De esta manera no sólo se va a reconocer el esfuerzo de los artistas, el valor de la autogestión, sino que se reivindica la importancia de consumir bienes culturales, transmitir la idea de que a través de ellos nutrimos nuestro pensamiento, generamos dudas, elaboramos nuestras propias respuestas y nos transformamos nosotros mismos en vehículos de ideas, razonando colectivamente y reproduciendo de otras maneras las problemáticas que nos atraviesan como sociedad. El teatro independiente no es sólo ocio y disfrute, es una oportunidad única de aprender a fortalecer lazos sociales que tal vez se creen ya perdidos en una convivencia social cada vez más compleja.