La miastenia gravis es una patología que afecta a caninos de diferentes edades, de forma congénita o adquirida. Se caracteriza por una disminución en el número de receptores de acetilcolina de la placa motora en la membrana postsináptica, produciendo como signo principal debilidad de los músculos esqueléticos. En la forma adquirida de la enfermedad, esta disminución de receptores se debe a la formación de anticuerpos del tipo IgG contra los mismos. Otro de los signos más comunes de observar en estos pacientes es la regurgitación de alimento debido a la formación de megaesófago. Existen tres formas de presentación de la enfermedad adquirida: focal, generalizada y aguda fulminante.
Para el diagnóstico, el médico veterinario debe tener en cuenta la historia clínica del paciente, los signos clínicos presentes y realizar exámenes complementarios como la titulación de anticuerpos contra los receptores en suero, entre otras pruebas. El éxito del tratamiento va a depender de la forma de presentación de la cual se trate y de las posibles complicaciones que puedan surgir.La forma aguda fulminante es la menos frecuente pero la más grave en cuanto a su pronóstico. Generalmente los pacientes que presentan la forma aguda fulminante terminan muriendo o se les realiza la eutanasia por presentar neumonía por aspiración y por la gravedad de su pronóstico.