Las máquinas de c.c. fueron las primeras en emplearse como generadores o dínamos, representando el primer procedimiento para producir energía eléctrica a gran escala. Sin embargo, al día de hoy su empleo como generador está prácticamente obsoleto debido a las diferentes ventajas (analizadas a lo largo de la materia) que presenta la corriente alterna para la generación, transporte y distribución de la energía eléctrica frente a la c.c. Actualmente, cuando se requiere corriente continua para una aplicación determinada, se recurre al empleo de rectificadores electrónicos, que transforman de forma estática la c.a. de la red en c.c., con un gran rendimiento.