El presente ensayo tiene como fin considerar un tipo particular de urgencia que
se produce en instituciones de salud: aquella en la cual, lo que le sucede al paciente,
interpela el saber médico allí reinante. La urgencia, en estos casos, genera la situación
de la interconsulta, y demuestra que en estas contingencias hay algo que excede la
mera organicidad y suscita malestar. De aquí se desprende el objetivo del trabajo:
indagar el abordaje clínico del psicoanalista con la urgencia a partir del pedido médico.
La idea de malestar propuesta desde el psicoanálisis permite cuestionar la definición
de salud como completo estado de bienestar. La definición de salud mental, por el
contrario, presenta una serie de elementos que permiten afirmar que toda salud es
salud mental y por ende la distinción entre las mismas es un forzamiento. Desde esta
misma lógica se entiende que toda urgencia no es más que urgencia subjetiva. El
psicoanálisis no busca desembarazarse del malestar. En la medida que lo concibe
como inherente a toda cultura, trabaja a partir de éste. A diferencia, entonces, de la
lógica médica, mientras que ésta busca erradicarlo el psicoanalista entiende que el
mismo fuerza el material significante, e implica la posibilidad de un decir en torno al
malestar, motor de un análisis posible.