El humor como recurso para la transgresión. Un estudio de Matilda de Roald Dahl
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2018
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Resumen
Los versos que encabezan este trabajo proponen una operación que, en
apariencia, puede resultar extraña: poner a prueba la moral del poderoso frente
al espejo subversivo de la risa. Tras su lectura, es inevitable preguntarnos por
qué podría resultar peligroso tal movimiento, cuál es el riesgo encerrado en el
ojo del poeta satírico. Dicha inquietud es a la vez el punto de partida y el eje
central de nuestro interés sobre el humor, esto es, su carácter político, su
relación con el poder.
El discurso humorístico nace como una provocación. Por ello, se constituye a
partir de su posibilidad de interpelar a otros discursos y encuentra allí su razón
de ser. Asimismo, tiene un anclaje histórico que marca la eficacia de su acción:
lo enunciado tiene un sentido en un determinado contexto. En la literatura para
niños, campo en el que se inscribe este estudio, la pregunta que nos ocupa
gira en torno a indagar qué poder tiene el humor; cuáles son sus efectos, qué
límites transgrede.
Si consideramos al “libro infantil como un mensaje que un hablante (o
escribiente) adulto, de determinada época y de determinado país, dirige a
destinatarios de menor edad” (Soriano 211)1 y acordamos que ese mensaje
condensa y vehiculiza los valores y representaciones de quien escribe, cabe
entonces preguntarnos qué ocurre cuando ese mensaje no expresa certezas ni
juicios de valor sino interrogantes. En efecto, intentaremos demostrar que el
1Es relevante citar el trabajo del escritor francés Marc Soriano (1918-1994), autor del libro La literatura
para niños y jóvenes: guía de exploración de sus grandes temas, 2010. Su obra es fruto de un
exhaustivo estudio en el campo de la Literatura para Niños y es material de referencia.
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humor, cuando pone en cuestión discursos sociales, tiene la potencia de una
pregunta; es la expresión de una actitud transgresora que, en ese diálogo
adulto- niño, apuesta por una no jerarquía, al tiempo que disputa la legitimidad
del poder ejercido por quien detenta la autoridad e instituye las normas.
Un ejemplo paradigmático de aquello que puede lograr el humor cuando se
utiliza como recurso transgresor es el caso del escritor galés Roald Dahl, quien
supo observar con mordacidad la literatura para niños. Tal vez por ello su
lectura fue prohibida en tantas ocasiones, al tiempo que encabezaba las listas
de los libros más vendidos. Su estilo ácido, tan poco frecuente en las
publicaciones infantiles, lo diferenció notablemente del trabajo de sus
contemporáneos y provocó reacciones disímiles en lectores y críticos. Dentro
de su obra, analizaremos la novela Matilda2
, debido a que ella condensa la
mayor variedad de formas de humor, siendo también la que ubica de mejor
manera el foco de las relaciones entre adultos y niños.
La hipótesis que sustenta nuestro trabajo sostiene que en Matilda el uso del
humor tiene un efecto transgresor que interpela los discursos con que los
adultos se dirigen a los niños. Además expondremos algunas consideraciones
acerca de cómo ese efecto transgresor se expresa en el contexto de los libros
para niños contemporáneos a la publicación de la novela estudiada.
Nos proponemos así el objetivo de contribuir a las investigaciones sobre el
humor en la literatura para niños, acercando un marco teórico que permita
enriquecer el análisis de esta última. También esperamos contribuir a los
estudios que se realizan sobre Roald Dahl en Argentina, reuniendo un
recorrido de investigaciones que sirvan de referencia.
En un sentido más específico y atendiendo al análisis literario propiamente
dicho, intentaremos identificar las distintas formas de humor que aparecen en
la novela Matilda. Para ello, reconoceremos los discursos y formas de
representación que la operación humorística pone en cuestión. Por último,
2 Publicada originalmente en 1988, es una de las últimas novelas de Roald Dahl. Narra la historia de una
niña muy inteligente que sufre el desprecio de sus padres, quienes la maltratan e insultan continuamente.
La directora de la escuela también trata a Matilda con violencia, por lo que ella se propone enfrentar a los
adultos que la rodean.
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propondremos una lectura que contemple el sentido (transgresor) que las
distintas formas del humor suscitan en nuestro abordaje.
Palabras clave
Humor, Transgresión, Roald Dahl