Trabajo final presentado al seminario Estado, derechos sociales y de salud dictado por Silvia Levin.
Actualmente, a los ya existentes obstáculos para el diagnóstico y tratamiento de la Tuberculosis, se le suma que los servicios de prevención y tratamiento se han visto gravemente afectados como consecuencia de la pandemia de COVID-19, que derivó en medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio, basándose en las recomendaciones iniciales que realizó la OMS de reducir al mínimo la atención no urgente en centros sanitarios mientras se luchaba contra la pandemia. Esto conllevo a que las personas pospongan en muchos casos la búsqueda de ayuda en los servicios de salud, lo que pudo retrasar el reconocimiento y la sospecha de muchas enfermedades, entre ellas la TB (OMS, 2020a).