El presente trabajo parte de la exploración del paisaje y la fusión que se produce del mismo con la arquitectura. Se entiende como paisaje a aquel definido por Joan Nogué como un producto social, como aquello que se formó por medio de una transformación colectiva de la naturaleza y que, gracias a la apropiación, es visto como la proyección cultural de una sociedad en un espacio determinado. Por este motivo, se ensaya una intervención que caracteriza y modifica el lugar, generando un nuevo material al interior de la topografía: una arquitectura delimitada que se ve fundida e influenciada por el diseño del territorio.
Se persigue abordar una problemática relacionada a la cultura del lugar, por lo cual se decide que la actividad llevada a cabo por la Escuela Agrotécnica Regional en Pueblo Esther se enfoque en la floricultura, actividad que solía ser de gran importancia en la década de los ’80 en la zona.
El diseño del paisaje se ve condicionado por los factores físicos del terreno, así como también por el propósito de mejorar la productividad utilizando los recursos naturales que ofrece.
Tomando el concepto de Louis Kahn (1961) de escuela como reino de los espacios aptos para el estudio, se propone que todo el territorio sea un campo de exploración y aprendizaje continuo para los alumnos.