El desafío de planificar un nuevo barrio plantea preguntas sobre la construcción de la ciudad y la organización de elementos como viviendas, equipamientos, comercio y espacio público. La respuesta a este desafío radica en decisiones que garanticen la heterogeneidad y apropiación, considerando la dimensión pública y diversa de la ciudad. Se busca lograr variedad real en un proyecto único que responda a la escala urbana adecuada. La regeneración urbana, la movilidad y la creación de estructuras urbanas diversificadas
y versátiles son elementos esenciales para construir sobre la ya existente ciudad.
La revitalización de centros urbanos debe ser atractiva, combinando renovación de viviendas, equipamientos culturales, promoción del comer&6–ò ’ 6VwW idad. La heterogeneidad social y el uso adecuado de espacios urbanos favorecen la integración sociocultural. La identificación de barrios, la preservación de cualidades naturales y la prevención de la gentrificación son esenciales. Se busca un mejoramiento social, cultural y económico. La participación comunitaria, la identificación de necesidades y la creación de espacios significativos son fundamentales en el proceso de cambio urbano.