El proceso de globalización ha contribuido a construir "metrópolis fragmentadas" donde conviven "territorios diferenciales" que consolidan formas de vida antitéticas y de conexiones complejas: la segregación autoinducida de sectores de altos ingresos (barrios cerrados) y la segregación estructural de los sectores pobres (asentamientos y villas miserias) .
Para comprobar lo que mencionan los autores hace falta efectuar un análisis al interior de cada ciudad como el efectuado por el grupo Interdisciplinario de Investigación para Rosa-rio en el cual se analizan las asimetrías en la calidad de vida aún dentro de un mismo sec-tor , como en el caso del Distrito Norte rosarino.
Según Rubén Kaztman ("Seducidos y abandonados: el aislamiento social de los pobres urbanos" Revista de la CEPAL , diciembre de 2001), el aislamiento de los pobres se vincula a la escasa posibilidad de integración al mercado laboral y de acumulación de recursos, a la desaparición de los espacios de sociabilidad entre clases y a la segmentación de la calidad de los servicios públicos, en particular, al deterioro de la educación y la salud en los territorios que habitan. En retroalimentación perversa, dichos procesos operan reforzando el caso más extremo de la exclusión social: la pobreza en estado de aislamiento.