La representación es, por definición, la figura, imagen o
idea que sustituye a la realidad. Su origen etimológico se
encuentra en el latín
praesens, -entis
, cuyo participio
praesse
significaba estar presente, presentar, poner delante, mostrar. La
misma se plantea como aquello que tiene como función el estar
en lugar de otra cosa: “por una parte representar es
describir
los elementos que est
án a nuestro alrededor, por otra parte
es
dar significado
a las cosas por medio de ver como é
stas se hacen
tangibles para nosotros”. Es fundamental comprender que “el
acto de representar es producir uno o varios significados que,
al estructurarlos y conceptualizarlos, se puedan dar a conocer
por medio de una imagen, del lenguaje o de cualquier medio de
comunicaci
ón que utilicemos”.
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Corrientemente, el término
representación
se emplea como
sinónimo del de imagen. Roland Barthes sostuvo que la imagen
-etimol
ógicamente- tiene su ra
íz en la palabra
imitari
que quiere
decir imitar o imitaci
ón. Para él la imagen es una forma de
representar o demostrar claramente alg
ún aspecto y -además-
contiene en s
í misma varios significados, haciendo posible que
cada persona pueda tomar o eliminar
éstos dependiendo de su
punto de vista y de lo que est
é buscando. En ese sentido, se puede
decir que la imagen por una parte
imita
lo real y al momento de
ser interpretada es cuando genera varios
significados.