El paisaje es una imagen que identifica el arte y la cultura de Córdoba. Elegido como tema principal en la pintura, y valorado como patrimonio
por sus condiciones naturales, el paisaje cordobés no sólo alcanza, entre
1920 y 1950, 1 un lugar dominante dentro de la tradición artística local, 2
sino también dentro de un proyecto de desarrollo económico regional. 3
Sin embargo, ya a fines del siglo XIX y principios del XX, es posible afirmar
que el paisaje adquiere su condición de símbolo de Córdoba, permitiendo,
en términos de Mauss, pensar en una cosa y comprenderla bajo la forma
de otras. En este caso, el paisaje como símbolo nos remite al proceso de
modernización de la ciudad y de la provincia, y a la experiencia moderna
en la vida social y cultural local.