Hay fechas que deberían ser salvadas del registro trivial de las efemérides inconsecuentes. Hay eventos que logran trascender el abismo que yace entre ser un mero instante y ser un acontecimiento. Cuando se reciben de leyenda crecen en dimensiones hasta la hipérbole, incluso adquieren protagonistas con presencia retroactiva, testigos que nunca vieron lo sucedido, y la historia que los cuenta se multiplica en mil historias que no dicen más que la importancia social de lo que pudo haber significado algo que no deja de parir consecuencias. El movimiento de liberación
gay viene con partida de nacimiento: el momento donde algunas almas anónimas se cansaron del abuso. El almanaque es lo de menos, nos seguimos cansando del abuso todos los días, celebramos la disidencia y el orgullo en una fecha. Stonewall Inn era un bar del barrio neoyorkino Village de referencia para gays, lesbianas, travestis, transexuales, enlazado a la marginalidad económica y racial.