El cine es un difusor de ideas, costumbres y valores, es expresión de realidades ajenas. En
momentos, controvertido por ofrecer temas que cuestionan el statu quo de la sociedad,
permite un acercamiento a culturas lejanas a la propia. En este sentido, la cinematografía
japonesa se ha caracterizado por mostrar un ambiente de éxito, una sociedad resiliente y
con escenarios que dan muestra de un país boyante. Pero, también está el cine que se
acerca más al Japón permeado por profundas diferencias, por valores que lastiman y
provocan dilemas en la vida. Aquí, a través de la mirada de Masahiro Kobayashi y su obra
Bashing revisamos la realidad que ofrece Japón a quienes, en su contexto de ideas y
valores no cumplen con su deber y deshonran a su grupo. El bullying, la marginación y
la humillación serán una constante en la obra revisada, ofreciendo una cara diferente de
Japón, con escenarios sencillos, abrumadores y personas con profundos sentimientos.
Así, consideramos que el cine japonés actual ofrece la oportunidad de mirar de cerca a
ese complejo y apasionante país.