Lo que buscamos es caracterizar ciertas críticas internas y externas hechas a los “movimientos feministas” en términos de descripción coyuntural y no de carencia o falta constitutiva de esos movimientos. Demostraremos que la ambigüedad o contradicción discursiva que se le achaca actualmente y desde diversas disciplinas; es efecto, reacción y consecuencia de tener que establecer un diálogo e interpelación con operadores de poder y dominación que no solamente son ambiguos como notoriamente esquivos. Mi argumento comienza beneficiándose de la lectura que Foucault hace de la metáfora de Adam Smith, del mercado como “mano invisible”. Iremos más allá de lo metafórico, presentando “la invisibilidad” como lógica y método de la “razón neoliberal.” Considero una gran astucia de esta razón gubernamental, configurarse como “poder invisible”. No ver, y por consecuencia, no saber qué se enfrenta es una de las causas principales de que algunos movimientos sociales acabaran frustrando sus demandas.