En octubre del 2002, un misil Hellfire lanzado desde un Predator impactó en el vehículo que transportaba a uno de los responsables de los atentados contra el USS Cole dos años atrás. Este evento dio inicio a una nueva estrategia antiterrorista basada en los ataques con drones. Un total de 563 ataques fueron ejecutados durante los dos mandatos de Obama, siendo este numero 10 veces mayor a los ataques llevados adelante por su predecesor, George W. Bush. Este trabajo busca problematizar cuál fue el impacto de los drones en la doctrina militar y qué efectos tuvo en la estrategia antiterrorista durante la Administración Obama (20092017). Para esto se analizará la re/evolución de los drones a lo largo de la historia, sus aspectos positivos y negativos, y las operaciones llevadas adelante por la CIA y las Fuerza Armadas estadounidenses, buscando dilucidar si la utilización progresiva de los drones es justificada por su efectividad a la hora de cumplir objetivos y de hacer frente a enemigos irregulares.