En el presente artículo intento señalar una serie de dificultades implícitas en la teoría del carácter desarrollada por David Hume, y, por extensión, en su propuesta compatibilista. Sugeriré que el rechazo humeano de todo concepto metafísico de causalidad pone a Hume en una posición problemática, en tanto sólo puede ofrecer como alternativa una concepción de causalidad (demasiado fuerte para un libertario y demasiado débil para un determinista) que difícilmente puede constituirse en la base de su propia teoría del carácter.