Matrices de deseo, posiciones subjetivas y el Estado

Fecha

2012-06-28

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Editor

Programa Universitario de Diversidad Sexual (CEI-UNR)
Resumen
En Argentina durante los últimos dos años, las sanciones de leyes en base a los esfuerzos de la militancia sexopolítica han contribuido a un cambio en el registro imaginario socio-político, es decir, en el registro a través del cual los sujetos están construidos y nombrados como sujetos de derecho frente al Estado. Estas sanciones refieren a la Ley de matrimonio igualitario de julio de 2010, la Ley de Identidad de Género de mayo de este año y el proyecto de ley, actualmente en comisiones en la provincia de Santa Fe, que “busca garantizar un piso para la inserción laboral de las personas trans que les permita comenzar a transitar el camino de la inclusión en el ámbito laboral estatal (Diario UNO, Santa Fe, versión online). Sin embargo, desde las discusiones elaboradas por activistas de la sexopolítica, estos hechos socio-jurídicos que resultan en las producciones de sujetos reconocidos y reconocibles frente al Estado (Butler 2009: 6) han dejado mucho por desear (Castelli 2011; Mattio 2012: 1). Esta falta de las leyes a responder a las demandas de los sujetos del movimiento sexopolítico está sostenido en que el sujeto se vuelve reconocible según el Estado, en la medida en que dicho sujeto “desea el deseo del Estado” (Butler 2006: 167), dejando fuera del plano de inteligibilidad los sujetos los cuales construyen sus deseos fuera de dicho discurso de legitimización. Entonces, los sujetos reconocibles/no reconocibles, en palabras de Butler, se articulan como sujetos de deseo, es decir, como sujetos deseantes,concepto enmarcado a través de la trayectoria del psicoanálisis lacaniano. Es mi intención en este trabajo subrayar los distintos planos de deseo y de falta con respecto a la relación entre los sujetos del movimiento sexopolítico en Argentina y el Estado desde argumentos ofrecidos por Butler, Zizek y Lacan. Este análisis implica destacar dos instancias de estos sujetos. La primera instancia refiere al sujeto de la militancia sexopolítica con respecto a la Ley, es decir, en el plano donde el sujeto se configura como reconocible en la medida en que sus deseos políticos se articulan como significantes del deseo del Estado. La segunda instancia refiere al sujeto de la subjetividad, en el sentido lacaniano, este sujeto deseante que, habiendo sido posicionado como „reconocible‟ ante el Estado desde su valor como significante político, tiene que enfrentar el aspecto fundamentalmente fantasmática y vacía de esta constitución. Me interesa además reflexionar sobre la noción de implementar el psicoanálisis como herramienta crítica en la consideración de los dinámicos de subjetividad en el movimiento sexopolítico y así examinar la metodología teórica de este trabajo. Así, intentaré examinar las posibilidades del psicoanálisis como herramienta para interpelar la política, una función que ha sido forcluido por la significación del psicoanálisis como un discurso de lo privado, un campo separado estructuralmente de lo social y entonces, de la política. Esta forclusión del psicoanálisis como herramienta en discusiones con la política se pone aún más en tensión cuando los dinámicos políticos en cuestión refieren específicamente a los de la sexopolítica. Esta tensión se produce por la ubicación del psicoanálisis, en términos simbólicos y discursivos, como significante central del dispositivo de la sexualidad (Foucault 1977: 63, 67), en la medida en que su teoría y aplicación clínica ha funcionado como herramienta heteronormalizadora, en la producción, control y forclusión de cuerpos, géneros, posiciones sociales y sexuales del dominio de la inteligibilidad. A partir de esto me surge la siguiente pregunta: ¿cuáles son las posibilidades de re-significar el psicoanálisis como una herramienta de interpelación política?

Palabras clave

Psicoanálisis, Posiciones subjetivas, Deseo, Estado

Citación