CEI - Maestría en Entidades de la Economía Social
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La carrera aspira a formar profesionales capacitados para comprender las cuestiones específicas y generales vinculadas a la problemática de entidades y organizaciones de la economía social y solidaria y su desarrollo, integrando las diversas perspectivas que refleja su praxis y su correlato en la doctrina académica. En tal sentido, se profundizan los aspectos específicos relativos a la economía social y solidaria, su dinámica en la proyección local, regional y mundial; las políticas públicas y privadas; la estructura, planeamiento, desarrollo y gestión de sus organizaciones, incluyendo las redes, mecanismos asociativos y contractuales.
Carrera de Posgrado aprobada por UNR Resol. C.S. N° 208/09. Actualización Aprobada por C.S. UNR Resol. Nº 242/18– Aprobada por CONEAU Res. 593/15.
Director:Dr. Althaus Alfredo
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Examinando CEI - Maestría en Entidades de la Economía Social por Materia "Economía Social"
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Ítem Acceso Abierto La economía social, solidaria y comunitaria: en el contexto del poder global, el estado y el derecho(UNR Editora, 2016-10-01) Schujman, Mario SaúlEl capitalismo, en su etapa de globalización neoliberal financiera y en crisis crónica, ha acumulado y concentrado tanta riqueza y poder que depreda y mercantiliza a la sociedad, a la condición humana y a nuestra “casa común” sin límites aparentes. La destrucción sistemática del “welfare” en buena parte del planeta, el descrédito del mundo “socialista” tras su derrumbe, la certeza de la inexistencia de “derrame” capitalista –con la exclusión y marginación de buena parte de la humanidad– el aparente reflujo de los procesos latinoamericanos y la degradación y los retrocesos en múltiples experiencias de la Economía Social y Solidaria en el mundo, la negación que hacen los poderosos del pacto social y la consecuente anomia del derecho. Este conjunto de situaciones nos proporciona –en y desde una mirada ideológica pero también crítica y realista– un marco apocalíptico en el que la hegemonía de ese Socio-metabolismo insaciable, que todo lo devora y lo transforma, parece conducir a la civilización a un camino sin retorno. Sin embargo, ese monstruo que devora también sus propias entrañas, camina a su propia destrucción y genera crecientes y perentorias necesidades e intereses que reclaman satisfacción en una humanidad que no admite su destrucción y que indudablemente será su sepulturero. Para ese “Golem” habrá también un pintoresco cementerio similar al de Praga, en el que descansaran los números, los instrumentos legales y culturales, que manipula generando una desigualdad que crea abismos inadmisibles. Por eso, quienes carecemos de certezas, pero que creemos en que es necesario contribuir al suicidio del capitalismo pero no de la humanidad, intentamos entender cuales pueden ser algunos de los componentes de esa fuerza contrahegemónica. Los flujos y reflujos de América Latina nos muestran el camino decolonizador. Los Estados sicarios debilitan ese camino. Pero se producen importantes expresiones de su fortalecimiento cuando se lucha contra la pobreza y el desempleo, o se buscan nuevas formas y contenidos para el acuerdo social. Los estados nacionales y los territorios locales son campos de batalla donde es imprescindible dar las luchas que reclama una política contrahegemónica. El derecho que es instrumentado por el poder y el estado, es también un lugar de combate, porque aunque responde a los reclamos hegemónicos nos ofrece también expresiones que son consecuencia de hitos en las luchas de la sociedad para afirmar los derechos humanos y la diversidad. Y finalmente, la recorrida por las diversas vertientes de la economía social y solidaria, específicamente desde una perspectiva jurídica, procura mostrar las distintas miradas conceptuales, y una praxis que se contamina y cae, pero renace cotidianamente para afirmar que la “reproducción de la vida” es una bandera contrahegemónica sustancial. La utopía de un “mundo mejor posible” hay que construirla para que sea bandera en las contiendas que tenemos por delante. Contamos con prácticas en Latinoamérica, en la experiencia reciente y actual de sus estados nacionales, en el derecho y en la práctica de la economía social, solidaria y comunitaria que nos permiten pensar una vida con otros principios y otros valores. Pero que también son contrahegemónicas, y que nos muestran un “saber hacer” de los pueblos que nos marca una senda que puede ser una amplia avenida: la del futuro que soñamos para nosotros y nuestros hijos.Ítem Acceso Abierto La participación de los asociados en las entidades de la economía social y solidaria. Cooperativas de trabajo asociado. Autogestión. Carta del trabajador autogestionario(UNR Editora, 2019-03-01) Schujman, Mario Saúl; Programa de educación en cooperativismo y economía social en la UniversidadLa participación de los asociados y de la comunidad en las organizaciones y empresas de la Economía Social y Solidaria, constituye una precondición para que las formas legales se traduzcan en democracia política y económica substancial. El tipo jurídico es muy importante para configurar organizaciones y empresas enraizadas y al servicio de las necesidades de sus asociados y de la comunidad, pero esta sólo se materializa y se hace efectiva, cuando la participación se traduce en el funcionamiento en la realidad de esas entidades. Sin embargo, para la “institucionalización” de prácticas participativas son muy importantes las normas que establezcan su obligatoriedad o que induzcan su vigencia, aunque una vez establecidas sea todavía necesario recorrer el arduo camino de la praxis e incorporarlo a las prácticas cotidianas internalizadas por la organización y sus integrantes. Conspira en sentido contrario la sociedad que mercantiliza la vida e induce el facilismo que consiente la repetición de prácticas autoritarias y simultáneamente sumisas por comodidad, los comportamientos verticales y jerárquicos, el individualismo que fomenta la falta de compromiso y solidaridad, y la cotidiana búsqueda del resultado y la satisfacción inmediata de necesidades y apetencias. Por ello es tan importante la reflexión de los propios actores sobre esta temática, porque son quienes en hechos y comportamientos expresan la realidad de las organizaciones, sin la cual no hay teoría académica sustentable. Tampoco el concepto tiene un significado unívoco. Existen muy diversos grados y niveles que reflejan la participación de los asociados y de la comunidad en las organizaciones y empresas de la economía social y solidaria. No hay modelos de participación, sólo su búsqueda permanente, sólo su práctica, y esta se verifica en cada organización de manera diversa. Por ello la utilización de parámetros, es útil para aprehender la realidad, pero no la sustituye, y para poder estudiarla, porque nos permite distinguir funciones, en la gobernanza, la administración, la ejecución y el contralor de las organizaciones y a valorar la participación en cada una de ellas, a entender la importancia de la comunicación, y de la vinculación con terceros interesados en esa organización.