Examinando por Autor "Pila, Augusto"
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Ítem Acceso Abierto Escuela Agrotécnica en Pueblo Esther(2021-06-01) Pila, Augusto; Ibarra Lucero, Camila; Valderrama, AnaEn una realidad fragmentada, el arte renuncia a la creación de objetos autónomos, unitarios y de naturaleza única y aspira únicamente a establecer una especie de equilibrio de compromiso entre segmentos de distinta naturaleza. Las obras así concebidas manifiestan una tensión interna que se debe al origen desigual de cada fragmento. En este modo de concebir la arquitectura se asume la complejidad y la diversidad. Las inquietudes de todo tipo que acompañan al proyecto (económico, social, formal, funcional, estructural) colisionan y se amalgaman en un equilibrio frágil. El arquitecto y crítico de arquitectura Josep Maria Montaner (1954) describe dos tendencias extremas hacia las que puede evolucionar la fragmentación: “(…) Por una parte, la articulación de piezas en un nuevo resultado coherente, basado en la superposición e interacción, intentando agrupar los fragmentos dentro de megaobjetos y edificios-masa, y por otra parte, la dispersión irrecuperable de los fragmentos en mónadas o piezas autónomas e inconexas“. Montaner concreta los mecanismos compositivos fragmentados en seis, a saber: 1-Las series de fragmentos tomados a la manera de las instalaciones artísticas: Tiene como representante emblemático a Peter Eisenman (1932-). Proyecta una arquitectura basada en el sistema y no en la figura. El protagonista ya no es el objeto aislado sino las relaciones que entre los objetos pueden establecerse para determinar un lugar. 2-El montaje, procedente del cine. Tiene como representante a Bernard Tschumi y su proyecto para el “Parque de la Villette” en París (1982-1990). En esta obra se realiza un montaje de secuencias de modo que el parque se perciba en movimiento, como itinerario, como un paseo acelerado que es acción y acontecimiento. 3-El collage de fragmentos heterogéneos. “El collage revive uno de los mecanismos de la arquitectura racionalista: la articulación. Sin embargo, en este caso la articulación no es ordenada ni rectilínea, sino que está constituida por el ensamblaje de piezas heterogéneas, de distintos volúmenes y grosores, lenguajes y textos, que se superponen e interpenetran” (Montaner, 2008). 4-La superposición o amontonamiento de fragmentos en un megaobjeto. Tiene como referentes a Rem Koolhaas. Consiste en reagrupar la fragmentación y dispersión de los objetos en un nuevo megaobjeto, que es un objeto posmoderno, un collage en tres dimensiones que incluye gran diversidad de objetos. Con el megaobjeto vuelve la tentación de la totalidad, el objeto singular, constituido por fragmentos heterogéneos que se superponen en vertical. 5-Los complejos polifuncionales. Se refieren a un nuevo tipo de tejido urbano polifuncional. Son proyectos en los que se consigue realizar manzanas urbanas en las que se superponen distintos usos configurando su propio sistema de espacios públicos, accesos etc. 6-La dispersión de objetos segregados y aislados. Es el caso límite de dispersión en el que los fragmentos están irremediablemente desarticulados, segregados y aislados. Son modelos de ciudad con piezas no relacionadas, mónadas autónomas, edificios como objetos abstractos y aislados. Son consecuencia de las ideas neo conservadoras de la ciudad global, basadas en edificios corporativos aislados que desprecian su entorno urbano dejando un vacío sin atributos a su alrededor: barrios cerrados, urbanizaciones privadas definidas por muros y rejas; centros comerciales y de ocio como grandes fortalezas heredadas de la ciudad tradicional; y parques temáticos como focos que provocan la destrucción del territorio. Montaner califica con palabras gruesas como “colecciones de objetos globales dentro de espacios locales, zoológicos arquitectónicos, sistemas autónomos pensados precisamente para diferenciarse completamente de su entorno, construyendo barreras físicas y sicológicas para disgregar grupos sociales“ (Montaner, 2008). El collage aporta la posibilidad de construir un nuevo organismo a partir de la superposición de fragmentos de distinto origen. Supone una forma verdaderamente genuina de repensar la realidad. En el resultado se reconoce la tensión existente entre las partes componentes, que tras haber sido descontextualizadas y reintegradas, no han perdido del todo su carácter primitivo. La nueva organización de los fragmentos establece relaciones novedosas y sugerentes, conforma algo original. El arquitecto barcelonés Enric Miralles (1955-2000) quien empleó esta técnica de un modo más personal y con una intención más evidente. En relación a sus montajes fotográficos el propio arquitecto asegura que “pretenden hacer olvidar los modos de representar y pensar la realidad física de las cosas propios de la tradición perspectiva. Una nueva técnica de representación es en sí misma una nueva forma de pensar la realidad. Hoy en día no sólo se manifiesta a menudo la fragmentación, sino que supone una intención buscada, una expresión de la libertad, una huida de las interpretaciones monolíticas de la realidad y por qué no también una huida del aburrimiento que supone la monotonía.