2016-02-172016-02-1720151666-0714http://hdl.handle.net/2133/5485El embajador Berasategui enriquece la historia diplomática bilateral recordando el nombre secreto con el cual se conoció a la misión que tenía la instrucción de explorar la posible normalización de las relaciones diplomáticas con la República Popular China. Refiere al “caso Acuario” iniciado a mediados de 1971 cuando el presidente Alejandro Lanusse encomendó al canciller Luis María de Pablo Pardo iniciar los contactos con el gobierno de Beijing. El Ministro, a su vez, designó al Subsecretario de Relaciones Exteriores, entonces Vicecanciller, embajador José María Ruda, como Jefe de la Delegación. La operación fue dada a publicidad el 20 de septiembre de 1971 y produjo un avance significativo cuando la Junta de Comandantes en Jefe decidió, el 7 de febrero de 1972, autorizar la negociación con miras a normalizar las relaciones diplomáticas, con el propósito de dejar de reconocer políticamente a la República de China (Taiwan) y reconocer a la República Popular China. Estas acciones culminaron con la firma del “Comunicado conjunto de establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Argentina y la República Popular China” en la ciudad de Bucarest, el 16 de febrero de 1972.application/pdf179-193spaopenAccessRelaciones internacionalesDiplomaciaArgentinaChinaCaso AcuarioBerasategui, Vicente ErnestoArgentina, China y el “caso Acuario”: entrevista al embajador Vicente Ernesto Berasateguiarticle