2020-08-202020-08-202013-06-272362-5805http://hdl.handle.net/2133/18674En las formas-de-vida gay intentamos recuperar aquellas prácticas bio-políticas que dan cuenta de una valoración particular de la “juventud”, en tanto dispositivo discursivo que tiene efectos performativos. Los lugares de “ambiente”, de encuentros anónimos, de goces sin nombre, de yire, de guetos nocturnos preconcebidos por el mercado rosa, esas clínicas de aprendizaje y (re)conocimiento del otro, son los territorios donde encontramos ciertas experiencias vitales que proyectan en el cuerpo un horizonte del ahora, una temporalidad que actualiza una y otra vez el presente. Entonces, ¿Dónde reside la juventud? ¿Es acaso una pose del cuerpo, o una precisión del alma que a-prisiona al cuerpo? ¿Cómo funciona la pugna por lo bueno y lo bello que es encarnado en ese marco ético que es la juventud gay? ¿Cómo es esa temporalidad particular donde se entretejen los ejercicios estéticos de construcción y transformación de la propia subjetividad? ¿De qué se tratan estas técnicas de sí en pos de un horizonte juvenil en nuestras vidas? En esta especie de ascetismo gay, que reclama la realización de términos que podrían considerarse inclusive antagónicos, como ejercitar/experimentar/envenenar/exponer/cuidar/ castigar/ privar al propio cuerpo, no podemos evitar preguntarnos, ¿cuál es la verdad que se intenta producir y encarnar en dichos territorios? ¿De qué trata esa verdad que se pone a “consideración” de los otros miembros de esa comunidad de entendidos, de ese ágora donde nos encuentra un debate silente de argumentaciones sobre la belleza, la distribución del espacio, la reproducción, la posibilidad de una caricia (o de caricias plurales), la soledad, la profilaxis, los contagios? ¿Qué riesgo se juega en la relación de esa verdad con quién la enuncia y la sostiene, a veces, a pesar suyo? ¿Cómo juega esa compulsividad interpretativa de la juventud en el debate de la vida pero también, de la muerte gay? ¿Cómo es que esto puede no ser considerado político? En las formas-de-vida gay intentamos recuperar aquellas prácticas biopolíticas que dan cuenta de una valoración particular de la juventud, en tanto dispositivo discursivo que tiene efectos performativos. Entonces utilizamos esta categoría construida a través de metáforas, consumos, circulación, territorialización, que inciden en la esfera pública apelando a una trasformación de sí, y un ejercicio estético que implica usos y un tipo de recuperación del espacio público urbano. Los lugares de “ambiente”, de encuentros anónimos, de goces sin nombre, de yire gay, los guetos nocturnos del “mercado rosa”, esas clínicas de aprendizaje y (re)conocimiento del otro, son los territorios donde encontramos ciertas experiencias vitales que proyectan en el cuerpo un horizonte del ahora, una temporalidad que actualiza una y otra vez el presente. La ocurrencia de lo político en estas prácticas culturales discute con las nociones preestablecidas de participación/trasformación social, interviniendo en estas nuevas subjetividades, en la construcción permanente de éstas. Transformaciones que no por ser individuales, dejan de ser relevantes y de lograr impacto a nivel más globalapplication/pdf28-37spaopenAccessPrácticas estético-culturalesJuventudBiopolíticaPrácticas estético-culturales en torno a la configuración de la juventud en territorios de ambiente gayarticleLos autoresAtribución-SinDerivadas 2.5 Argentina (CC BY-ND 2.5 AR)