2018-08-302018-08-3020152408-4409http://hdl.handle.net/2133/12131El ensayo de Arce trabaja para restituir la serie de enigmas que jalonaron su experiencia de lectura: lee, cuenta y transmite la seguridad del trabajador-artesano, de aquél que ha comprobado la resistencia de los materiales, que ha padecido su inaccesibilidad y que ha ensayado cada una de las posibilidades de someterlos a ciertos fines, porque ha tenido la fortuna de ir a dar al taller del ‘buen maestro’ y de aprender a ser el ‘buen discípulo’. Se trata de una inteligente reconstrucción del trabajo de elaboración de la escritura saereana y de un ingenioso mecanismo de fabricación de hipótesis, que, sin embargo, no le ahorra a su propio lector la fortuna del trabajo. En efecto, la narración de Arce es amable: se deja querer porque quiere, se deja jugar porque no le ahorra al lector los desafíos del juego, se deja leer porque no enseña lo que es la lectura, simplemente la ejercita, la muestra. En ese sentido, es un escritor ejemplar: gesticula y urde, habilitando la réplica.application/pdf247-253spaopenAccessJuan José SaerRafael ArceCrítica literariaRafael Arce y Juan José Saer: el trabajo de la felicidad. Sobre Rafael Arce. Juan José Saer: la felicidad de la novela. Santa Fe: UNL, 2015. 208 pp.articleAutorhttps://creativecommons.org/licenses/by/3.0/deed.es