2019-06-142019-06-142016-031853-9580http://hdl.handle.net/2133/15277Jorge Luis Borges aludió en más de una oportunidad a la casi mítica biblioteca de “ilimitados libros ingleses” de su padre como al sitio privilegiado en que transcurrió su infan-cia. La literatura inglesa, una de las más vastas del orbe, cobija también los misterios del con-quistado Oriente, el estudio de laHistoria, el arte de la Biografía, elegantes estudios acerca de los insectos o los moluscos, disquisiciones sobre Psicología y Filosofía, cuestiones de Ética o relatos de las costumbres de algún pueblo más o menos bárbaro. Todo ello se reflejaba en la selección de libros ingleses que poseyó Jorge Guillermo Borges y que su hijo leyera, pero había allí también mucha literatura en francés, y alguna en castellano.Pero no fue, colijo, la mera lectura de los libros de su padre lo que insufló a Jorge Luis el deseo o la necesidad de convertirse en escritor, si bien éstos ofrecían variado campo a su avidez de lector. El íntimo apremio debe haber surgido mediante el ejemplo, vivido en el ámbito doméstico. Jorge Guillermo Borges, abogado y profesor de inglés, fue también un escritor. Más allá de sus valores intrínsecos, puede presumirse que la obra de Jorge Guillermo Borges, el hecho mismo de su práctica como escritor, así como las asiduas tertulias literarias en la casa familiar, deben haber incidido en Jorge Luis y coadyuvado a su vocación literaria.application/pdf171-175spaopenAccessReseñaJorge Guillermo BorgesLa sendaJorge Guillermo Borges. La senda. Pittsburgh: Borges Center, University of Pittsburgh, 2016articleAutorhttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/