2019-09-092019-09-092015978-987-45619-1-6http://hdl.handle.net/2133/16027La teoría de la acción desarrollada por el estoicismo antiguo suele ser, con razón, sintetizada recurriendo a la secuencia de instancias que componen, para los estoicos, la acción humana: impresión – asentimiento – impulso. En líneas generales, toda acción humana es el resultado de, o presupone necesariamente un acto de asentimiento a una determinada impresión o proposición. Esto significa, en lo que me interesa resaltar para las siguientes páginas, que no existe ninguna otra fuente motivacional que la razón (creencia, opinión, etc.). A diferencia de psicologías no monistas (como la platónica o la aristotélica), la psicología estoica no admite otra posible fuente para lo que hacemos que nuestro asentimiento a una proposición que expresa que eso que estamos por hacer representa el mejor curso de acción posible (dadas las circunstancias en las que estamos en ese momento específico). No existen partes no racionales del alma que puedan impulsarnos a actuar en determinada dirección aun a pesar de lo que ha decidido nuestra razón, ni existe pecado natural alguno que pueda forzarnos a realizar algo en contra de nuestro mejor juicio. Si tomamos un determinado camino, es porque hemos decidido (acertada o erróneamente, crítica o acríticamente) que ése ese el mejor camino posible.application/pdf41-49spaopenAccessEstoicismoTeoría de la acciónAsentimientosLa dimensión terapéutica de la teoría estoica de los dos asentimientosbookPartAutor