Lucas Emmanuel BarretoMaría Agustina De La Merced Martín Suárez2018-06-272018-06-272018-062525-1112http://hdl.handle.net/2133/11494Con la propuesta de mejorar las relaciones bilaterales con Rusia, Donald John Trump comenzó sus funciones ejecutivas el 20 de enero de 2017. Contando con la simpatía expresada públicamente por el presidente ruso, Vladimir Putin, parecía abrirse un camino de entendimiento entre ambos estados. Sin embargo, la historia reciente de los vínculos ruso-americanos, se encuentra signada por contraposiciones que aún no han sido superadas. Intereses divergentes, tramas de espionaje y fantasmas de la Guerra Fría afectan la agenda de seguridad, contribuyendo en la Eterna Suspicacia que llega hasta la actualidad.With the proposal to improve the bilateral relations with Russia, Donald John Trump began with their executive functions on 20th January 2017. Simultaneously, the sympathy expressed by the Russian president, Vladimir Putin, seemed to open up a way of understanding between the two states. However, the recent history of the Russian-American links is full of contrasts that have not been overcome. Conflicting interests, espionage cases, and ghosts of the Cold War affect security issues and take part in the eternal suspicion that reaches the present days.application/pdf171-191spaopenAccessEstados UnidosRusiaPolítica ExteriorSeguridadUnited StatesForeign PolicySecurityEterna suspicacia: Rusia y la agenda de seguridad estadounidense en tiempos de TrumpEternal Suspicion: Russia and the US security issues in times of TrumparticleAutor/esCreative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International (CC BY-NC-SA 4.0)