Jabloncka, Patricia2024-06-242024-06-242024-04-30https://hdl.handle.net/2133/27334La influencia de las normas culturales ha llevado a que las mujeres se vean obligadas a parir en posiciones horizontales, mecanizando el proceso de parto para evitar la mala praxis y facilitar la labor de los profesionales, sacrificando el bienestar y deseos de los individuos por intereses profesionales y burocráticos. En los últimos años se ha cuestionado esta situación, buscando favorecer a la mujer y volviéndola a colocar en el centro de la actividad, retomando las prácticas tradicionales basadas en principios biológicos y naturales del cuerpo, donde predominan las posiciones verticales y el libre movimiento. En concordancia con esto, en el año 2004 se promulga la Ley Nacional 25.929 de Parto Respetado, en este se destaca el derecho “a ser considerada, con respecto al proceso de nacimiento, como una persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto.” En aquellos partos donde predominan las posiciones verticales se reduce el tiempo del mismo, existe un menor número de asistencias e intervenciones, se reducen patrones anormales de frecuencia cardíaca fetal, y se disminuye el riesgo de depresión postparto dada sus ventajas psicoafectivas. En Argentina es implementado con baja frecuencia, en especial, en el sistema de salud público. Esto se da, principalmente, por la ausencia de elementos que aseguren a los profesionales realizar esta práctica sin riesgos considerables más que los propios del parto. Los productos disponibles en el mercado Argentino tienen un alto costo dado que no son producidos en el país y deben ser importados, esto genera que el acceso sea muy dificultoso, sobre todo para el sector público. Por otro lado, existen productos más sencillos y de menor costo, pero estos no tienen una gran aceptación por parte de los profesionales, ya que los llevan a adoptar posturas antiergonómicas e incómodas para realizar su trabajo, y no pueden asegurar la seguridad del bebe, por lo que son rechazados en gran medida. En respuesta surge Natus, un facilitador para parto vertical que funciona de manera conjunta a la cama de parto. En conjunto le permiten a la mujer ser la protagonista de su parto, pudiendo elegir entre diferentes posiciones verticales para transcurrir el mismo acorde a sus deseos y necesidades. Por otro lado, asegura que los profesionales puedan adoptar una forma ergonómica y confortable para realizar la atención, otorgándoles un correcto acceso al binomio, madre y feto, y por lo tanto sintiéndose con mayor seguridad para llevar a cabo partos verticales. Este proyecto tiene por objetivo planificar, validar y determinar un modelo de negocios que permita a empresas, que desarrollen equipamiento médico de alta tecnología para prestaciones quirúrgicas y obstétricas, llevar a cabo la fabricación y comercialización del producto. Acompañado de una estrategia de marketing que permita acercar el producto a los profesionales e instituciones.esopenAccessparto verticalmodelo de negociosParto RespetadoEstrategia de Negocio, equipamiento para parto verticaltesisDemonte, Antonella MagalíAttribution-NonCommercial 2.5 Argentina