2015-05-052015-05-052015-05-05http://hdl.handle.net/2133/4614El gobierno de Alejandro Heredia en Tucumán (1832-1838) recibió una considerable atención historiográfica por su rol clave dentro del orden rosista. Su ascenso al poder se consolidó a partir de su triple reelección como gobernador tucumano, ejerciendo además un protectorado sobre las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca. Aspectos poco abordados de su gobierno, muestran sin embargo las grietas de su poder al señalar los canales, en ocasiones ocultos, por los que se encauzaba la oposición política. Pese a su activa política de control sobre espacios como la legislatura, e incluso sobre rumores y libelos, el mandatario tucumano no consiguió sin embargo desarticular las redes opositoras.application/pdfTucumán, siglo XIX, Alejandro Heredia, rumores, libelos“ESE BULLICIOSO GRITO DE UN RUMOR, QUE DE BOCA EN BOCA AUMENTA SU VUELO”. ALEJANDRO HEREDIA FRENTE AL CRECIMIENTO DE LAS VOCES DE OPOSICIÓN, TUCUMÁN (1832-1838)info:eu-repo/semantics/article