2018-09-062018-09-0620162408-4409http://hdl.handle.net/2133/12330Una mansión embrujada es la primera imagen del mundo: así comienza, tras un sueño, el relato de infancia Como si fuera hoy, de Osvaldo Aguirre. La narración recupera la fantasía infantil en sus propios términos y así convive con la voz adulta del narrador de los recuerdos, omnipresente. Con excepción de los pocos momentos en los que la voz adulta cede a la sobreinterpretación de las anécdotas infantiles, la frescura de las primeras impresiones llega a los lectores casi intacta. El título –que el narrador invoca como un eco del de las memorias de su madre, una maestra rural devenida en escritora tardía- encierra esa imposible voluntad de que los recuerdos pasados habiten la vida cotidiana de hoy, como si esos días fueran hoy, como si el que uno era en esos días pudiese ser el que uno es ahora, cuando escribe.application/pdf419-423spaopenAccessOsvaldo AguirreRelato de infanciaAnécdotas infantilesEn busca de la infancia perdida. Sobre Osvaldo Aguirre. Como si fuera hoy. Rosario: El Ombú Bonsai, 2014, 94 pp.articleAutorhttps://creativecommons.org/licenses/by/3.0/deed.es