2018-12-052018-12-052010-101853-3353http://hdl.handle.net/2133/13678En 1963, los artistas agrupados en la Mesa de grabadores aludían a la contemporánea transformación del “contenido popular” del grabado “para entroncarse decididamente en las corrientes estéticas que inquietan a las nuevas generaciones; deja de ser documental para dar cauce a la imagen personal del artista; no deja de ser punzante, irónico y combativo como en otras épocas, sino que simplemente enriquece su forma, usa un lenguaje contemporáneo e incorpora además a su quehacer una nueva militancia: la estética”. 2 En esos mismos tiempos, Alberto Nicasio sostenía que “el grabado contemporáneo se divide en dos grupos antagónicos: los figurativos que siguen la línea tradicional y popular, y los abstractos a quienes solo preocupan los puros valores estéticos”. 3 Estas lecturas eran sostenidas en un momento de clara renovación del grabado, cuando se incorporaban nuevos soportes, procedimientos y materiales4 a la vez que eran exploradas nuevas posibilidades en términos de lenguaje visual como, por ejemplo, la realización de imágenes abstractasapplication/pdfspaopenAccessArteGrabadoArgentinaImpresiones sociales. Una lectura sobre la tradición del grabado en la ArgentinaotherEscuela de Bellas Arteshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.en