2014-12-222015-02-232014-12-222015-02-231997-03-260328-3534http://hdl.handle.net/123456789/528http://hdl.handle.net/2133/3850Tradicionalmente la educación era concebida como agente de la uniformización cultural: la escuela debía asimilar a los diferentes. Este rol lo cumplió la escuela con la “asimilación” de los inmigrantes europeos a nuestro país, y trató de cumplirla con los grupos indígenas, no sólo en Argentina sino en toda Latinoamérica. La cultura dominante se imponía como el único modelo posible, y la discrepancia con el mismo constituía la marginalidad. Esta concepción fracasó en la tarea de integrar en la sociedad global a los “otros”. La escuela transmisora de la cultura occidental urbana no logró la misma eficacia en otros contextos culturales, problema que se ha incrementado actualmente en muchos países europeos luego de la descolonización de la década del 60, debido a la inmigración masiva de contingentes asiáticos, africanos y de otras procedencias a las principales ciudades.application/pdf1725spaopenAccessDIVERSIDAD CULTURALFRACASO ESCOLARSISTEMA EDUCATIVOLa Educación intercultural: Un camino hacia la igualdad de oportunidades. ( Primera parte)article