2015-05-052015-05-052009ISSN 1851- 992Xhttp://hdl.handle.net/2133/4719Para muchos historiadores, el uso de las herramientas propias de la geografía suele provocar cierto extrañamiento, y a veces incluso puede ser una complicación inesperada. Podríamos especular sobre las causas de esta situación: en primer lugar, un defecto de formación, sobre todo en las nuevas generaciones de historiadores. Pero otra causa bien puede ser la escasa disponibilidad de producciones geográficas serias y a la vez accesibles para quienes cultivan disciplinas diferentes a la geografía. En el campo de la historia, los que más padecen estas circunstancias son los investigadores de especialidades más ligadas a lo espacial, como lo es sin duda la historiografía agraria.application/pdfLa Argentina en mapas de Analía Conte (dir.)article