2021-06-032021-06-032017-10-11http://hdl.handle.net/2133/20884El ocho de marzo me encontró en Buenos Aires; un curso fue la excusa y aunque no lo premedité compartí el Paro Internacional de Mujeres desde la Capital del país. Hasta hoy no había podido encontrar un momento para pensar; la vorágine de esta ciudad me envolvió y casi desposeyó de las temporalidades a las que me tengo acostumbrada. Lo hago desde un bar, porque los dedos se inquietan, porque apremia, porque el Paro Internacional de Mujeres se inscribe en un momento histórico particular del feminismo pero también formó parte, en Argentina, de una semana cargada de conflictividad social en las calles. Manifestaciones populares desbordantes de todo intento que se proponga negarlas. Los elementos para la lectura de la realidad política, social y económica del país están más que a la vista. Ignorarlos se convierte en algo más trabajoso que asumirlos. Asumirlos, entonces, se nos vuelve una necesidad implacable.text/htmlspaopenAccessFeminismoParo Internacional de MujeresProtesta socialApuntes sobre el Paro Internacional de MujeresotherAutora y Lobo SueltoAtribución – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa): No se permite un uso comercial de la obra original ni de las posibles obras derivadas, la distribución de las cuales se debe hacer con una licencia igual a la que regula la obra original.