2019-10-112019-10-112019-091853-9580http://hdl.handle.net/2133/16463La necesidad de comunicación entre las personas, de enviar mensajes urgentes, utilitarios, imperiosos, o simplemente de mantener vitales los vínculos existentes a pesar del escollo de la distancia, se conserva vigente en nuestros tiempos. En un modo diferente, es claro, propiciado por la globalización de las nuevas tecnologías que instauran el imperio de la inmediatez y la rapidez en la circulación de los mensajes. Como contraparte, estas características van en detrimento y suplantan a aquellas que se reconocen en la comunicación epistolar, marcada por su materialidad, desde el soporte hasta la grafía, y por las prácticas sociales asociadas a la emisión y recepción de cada carta: desde el acto de la escritura hasta la espera que precede la llegada a su destinatario. Armando Petrucci (1932–2018), docente y experto de la Historia de la Cultura Escrita, reconoce que su interés y su objeto de estudio es parte de una práctica que tiende a la desaparición, que se extingue reemplazada por la inmaterialidad de la informática, y que cada vez más se vuelve una forma en desuso.application/pdf310-316spaopenAccessReseñaArmando PetrucciEscribir cartasArmando Petrucci. Escribir cartas, una historia milenaria. Buenos Aires: Ampersand, 2018, 260 pp. En el ocaso de las cartasarticleAutorhttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/